Los tubos de papel higiénico son una fuente inagotable de ideas para hacer manualidades. Además, son un material al que estamos dando una segunda vida y que, cuando termine de darnos uso, podemos tirar al contenedor azul para que se recicle y se transforme en nuevos productos de papel y cartón. Hoy os propongo cinco juegos geniales con tubos de papel higiénico, y si queréis un poco más de inspiración, podéis pasaros por este post del blog «Los cuentos de mamá» donde encontraréis una lista enorme de manualidades fáciles con rollos de papel.
Índice
Ranas que cazan moscas
Estas ranitas son un juego super divertido que planteará un reto a peques y mayores. Construirlas en sí es también otro reto creativo. Se necesita un rollo de papel higiénico, un trocito de cuerda, un poco de cartón o cartulina y pintura verde. Basta con pegar o coser uno de los extremos del tubo de cartón y pegar o coser la cuerda de la mosca. Pegar el resto de las piezas según cómo queramos decorarlo y a jugar.
Juego de clasificación
Este juego de clasificación se puede plantear de muchas formas distintas. En su versión más básica, para bebés, basta con introducir pompones en los tubos de cartón. Esta actividad desarrolla la motricidad fina de los peques (podéis ver aquí más actividades para niños de motricidad fina). Pero también sirve para clasificar pompones por colores o por número, es decir, en el rollo 1 se mete 1 pompón o 1 pieza, en el 2, 2 etc.
Puzzle con tubos de cartón
Otro juego divertido que requiere un poco de preparación son estos puzzles con tubos de cartón. En el ejemplo utilizan números que hay que colocar en orden, pero se pueden hacer con todo tipo de dibujos o, incluso, pegando una imagen o fotografía. Esta actividad tiene un componente Montessori donde el niño o la niña son conscientes del error y lo intentan solucionar para llegar a completar el juego correctamente.
Prismáticos para explorar el mundo
No podía faltar en esta lista los clásicos prismáticos con rollos de cartón. ¿Quién no ha hecho estos prismáticos de pequeño? Son el leit motiv perfecto para jugar a explorar el mundo entero e inventarse las historias y aventuras más emocionantes. Además, al usarlos, los peques desarrollan otras habilidades colaterales que les serán muy útiles si quieren mirar por un telescopio.
Juego de construcción
Y para terminar un juego de construcción la mar de original. Basta con pintar los tubos de colores y hacerle unos pequeños cortes. De esta forma se pueden encajar unos dentro de otros para crear torres o construir un castillo. Una actividad muy completa, por un lado se divierten creando su propio juego de construcción y por otro lado juegan con él.
¿Qué os han parecido estas ideas? Espero que hayáis encontrado inspiración para pasar una tarde divertida con vuestros peques. Recordad que aquí tenéis más ideas creativas. Un abrazo para todos y todas, sed felices, nos vemos en las redes.
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