Dicen que la temperatura ideal es de 21 grados pero, qué queréis que os diga, yo con 21 grados tengo sensación de frío. Ahora, con 22… pues ya es otra cosa. Con 22 grados se está bien. Siempre me ha resultado muy curioso la diferencia que hay entre 21 y 22 cuando hablamos de temperatura. ¿A qué temperatura os gusta a vosotros tener la casa?
Fijaros en la pregunta ¿A qué temperatura os gusta tener la casa? Me fascina la posibilidad de controlar la temperatura, de poder estar fuera a menos cero o a 40 grados y en casa tan a gusto. Para mi es una de esas pequeñas cosas que pasan desapercibidas en nuestro día a día pero que, si lo analizamos bien, son un auténtico lujo. Un lujo que no todo el mundo, literalmente, puede disfrutar. Pero bueno, sin hacer aquí una introspección filosófica sobre la gestión de la temperatura mundial (que daría para mucho y quizás, mejor, lo dejo para mi blog sobre ecología), hoy realmente vengo a hablaros del responsable de este confort térmico en nuestros hogares: el termostato.
Índice
¿Qué es un termostato?
Y lo mejor, como siempre, es empezar por el principio. ¿Qué es un termostato? Pues se trata de un aparato tecnológico, de tamaño reducido, que se encarga de realizar mediciones de temperatura para controlar los sistemas de gestión térmica, es decir, por ejemplo, encender o apagar la calefacción de una casa. El termostato nos permite seleccionar la temperatura a la que queremos que esté nuestro hogar, programarlo etc
Los termostatos se pueden encontrar en multitud de formatos: analógicos, digitales, inalámbricos… y con multitud de características: programables, inteligentes, que se controlan con el smartphone… Os dejo a continuación un vídeo de mundotermostato en en que se pueden ver algunos modelos para que os hagáis una idea.
A nivel decorativo tenemos la gran suerte de que muchos de ellos ya están pensados para ser discretos o para integrarse entre los elementos decorativos de nuestro hogar.
¿Dónde colocar el termostato?
Independientemente del tipo de termostato que escojamos, este aparato debe colocarse en un lugar muy específico de la casa para que realmente sea efectivo y nos ayude a controlar la temperatura con una correcta eficiencia energética. ¿Dónde?
- Debemos buscar una pared interior, preferiblemente en la estancia donde pasemos mayor parte del tiempo en la casa. Ésta suele ser el salón.
- Lo debemos colocar lejos de cualquier foco directo de calor o frío. Es decir, no es recomendable ponerlo sobre un radiador y debemos evitar ponerlo cerca de otros aparatos tecnológicos o chimeneas que puedan tener cambios bruscos de temperatura. Así mismo, si es posible, es preferible evitar la luz directa del sol para que no se caliente en exceso.
- Lo ideal es situarlo a, aproximadamente, 1,5 metros del suelo. Como ya sabrás la temperatura se distribuye de forma irregular en una estancia, por ello lo óptimo es un punto intermedio.
- Si el termostato es inalámbrico, es preferible que se encuentre cerca del Wifi para que nunca pierda la conexión.
La importancia de la eficiencia energética
Y aunque ya he contestado a la pregunta del título del post, permitidme (y sino, lo voy a hacer igual porque este es mi blog XD) que añada un punto más a esta entrada. Y es que la sangre ecologista que corre por mis venas no me deja hablar de gestión térmica en el hogar sin hacer mención a cuestiones ambientales.
Si estáis un poco puestos en el problema medioambiental, y sino, os lo cuento yo, la energía que consumimos en nuestros hogares contribuye en gran medida al agravamiento de la emergencia climática en varias áreas distintas, por simplificar mucho, una de las más importantes es la emisión de CO2. Por este motivo, si queremos contribuir a nivel doméstico en mejorar la situación o, al menos, en no empeorarla, debemos hacer muchos esfuerzos por mejorar la eficiencia energética de nuestros hogares. Esto pasa por el clásico apagar las luces en las habitaciones que no lo necesiten, pero también, y sobre todo, por no malgastar energía. La temperatura de nuestro hogar se puede regular de muchas formas. La calefacción nos permite subirla pero mantenerla es trabajo de todos. Por ejemplo si tenemos la calefacción a tope y las ventanas abiertas estamos malgastando energía. Si tenemos la calefacción alta y estamos en casa sudando y con camiseta corta, también.
En este sentido, los termostatos nos ayudan a que esta tarea sea más sencilla y por tanto contribuyen a mejorar la eficiencia energética de nuestros hogares. Y, cuanto más moderno suelen ser más efectivos e incorporar nuevos sistemas inteligentes.
En fin, solo puedo terminar diciendo que seáis consciente del lujo que supone tener calefacción y un termostato en casa. Que lo disfrutéis mucho y lo utilicéis pensando en el medio ambiente. Un abrazo para todos y todas, sed felices, nos vemos en las redes.
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