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Artes / Historia del arte

La historia de los pigmentos amarillos. Parte 1 de 2.

El texto es un resumen del vídeo, en el vídeo tenéis más información.

El amarillo se encuentra entre el verde y el rojo en el espectro de color visible. Es uno de los primarios en el sistema de color sustractivo y un secundario en el sistema aditivo, que se forma con rojo y el verde. Para más información sobre la teoría del color aquí tenéis el vídeo donde os la explico. 

Al contrario que los pigmentos verdes, que nos movíamos entre un pequeña variedad de pigmentos, para los amarillos tenemos una gran variedad obtenidos de formas muy distintas. El amarillo para los artistas estaba ampliamente disponible. Pero si hablamos de amarillo tendríamos qué definir muy bien cuál es este color porque nos movemos en una fina línea que se confunde con los tonos ocres y dorados. ¿Son amarillos los ocres? 

Pigmentos amarillos parte 2 —> AQUÍ

Tierras ocres y ocres amarillos

Según la RAE se define ocre cómo “Cualquier material terroso que tenga color amarillo”, pero técnicamente esta definición es muy simplista y poco precisa. El ocre es un pigmento compuesto de tierras naturales que contienen sílice y otras impurezas cómo yeso, magnesio, aluminio y óxido de hierro. Las tierras ocre pueden ser amarillas, cómo bien dice la RAE, pero también rojas, doradas y marrones, el color depende de la cantidad de óxido de hierro que contengan.

Los ocres son uno de los pigmentos más fáciles de conseguir y cómo tal,  cómo bien dice Oskar González en su libro ¿Por qué los girasoles se marchitan?, “en algún momento de la prehistoria el ser humano tomó una piedra arcillosa para hacer uso de la primera pintura de color”. Y aunque no todos los pigmentos usados en la prehistoria fueron ocres, si fueron éstos los que más han trascendido. Entre ellos, se encuentran los que más nos interesanen este vídeo, los ocres amarillos. 

Los rojos, negros y amarillos componen la tríada de pigmentos más utilizados en las pinturas rupestres de todo el mundo. La primera pintura rupestre documentada y por tanto el primer uso de pigmentos con un fin artístico, data de unos treinta mil años y se sitúa en una caverna al norte de Australia. Pero no hace falta irse tan lejos, en España contamos con una magnífica representación de arte rupestre en las cuevas de Altamira, donde abundan los pigmentos de tierras ocres amarillas. 

Pintura rupestre cueva de Lascaux, Francia.

Y lejos de desaparecer, los ocres amarillos han atravesado milenios y siguen muy presentes en nuestros días. También llegaron a la cultura egipcia, donde el amarillo se convirtió en el color que evoca al astro solar, vehículo indispensable del renacimiento. Pero los egipcios buscaron nuevas formas de conseguir pigmentos amarillos y los encontraron, vamos que si las encontraros. Al azul egipcio y los distintos tipos de verde, se suman a la historia egipcia dos pigmentos muy importantes: el oropimente y el amarillo de Nápoles. Además, los egipcios son los responsables, de forma indirecta, de otro tipo de amarillo, el amarillo momia.

Oropimente

 El amarillo resultante de este pigmento es un amarillo intenso y luminoso, sus granos captan la luz dando un resplandeciente color dorado que varía entre el amarillo limón ácido y un anaranjado cálido. En Egipto se utilizaba en abundancia para las paredes de cámaras funerarias y sarcófagos. En Grecia y Roma lo dotaron incluso de propiedades medicinales y se fabricaban con él milagrosas soluciones para detener la caída del pelo. Los alquimistas estaban tan convencidos de que contenía oro, que buscaron todas las formas posibles de extraerlo. De hecho la palabra oropimente procede del latín auripigmentun, el pigmento de oro. 

El oropimente se elabora a través de la molienda fina de un mineral compuesto de azufre y arsénico. De oro tenía poco pero de venenoso, mucho muchísimo.  La toxicidad del oropimente era ampliamente conocida y se recomendaba que su uso se hiciera con mucha precaución, aún así se utilizó durante la Edad Media en manuscritos iluminados, se siguió utilizando en el renacimiento y en la Edad Moderna hasta su prohibición definitiva en el siglo XIX. 

Festón de frutas y flores, 1660-1670, Jan Davidsz de Heem, rijksmuseum, Paises Bajos. El pintor utilizó oropimente para dar vida a las calabazas.

Amarillo de Nápoles

¿Por qué se denomina Amarillo de Nápoles a este pigmento? La respuesta nos la da Cennino Cennini aseguraba que este pigmento procedía de una tierra amarilla que se encontraba en las faldas del Vesubio. Sin embargo los artífices reales de este amarillo fueron, una vez más, los egipcios. El amarillo de Nápoles era un pigmento sintético que se elaboraba con una mezcla de plomo y antimonio, al igual que el oropimente, también era bastante tóxico, aún así se usaba en abundancia en vídrio y mayólicas y en pintura a partir del siglo XVII.

El nombre correcto que deberíamos darle es amarillo de antimonio pero, para más confusión y descrédito de los egipcios, también se le conoce en algunos ámbitos cómo Amarillo de Rembrant, por una de sus obras más famosas donde aparece. 

Si sois artistas sabréis que el amarillo de Nápoles es un tipo de amarillo frecuente entre la paleta de colores de las marcas modernas, pero la realidad debéis fijaros en un matiz, en las etiquetas debería poner Tono amarillo Nápoles. Y se expresa así para referirse a un tipo de amarillo que ha buscado la tonalidad del pigmento genunino pero reemplazando los elementos que se consideran demasiado tóxicos, caros o inhumanos de conseguir, por otros que son más adecuados. En este caso sustituyendo el antimonio por otros ingredientes. 

La ronda de la noche, 1642, Rembradt, óleo sobre lienzo, Rijksmuseum, Paises Bajos.

Amarillo momia

 En este extraño pigmento los egipcios también participaron pero de una forma diferente. El amarillo momia estaba elaborado con una molienda muy fina de la carne desecada de las momias egipcias junto con las vendas de lino impregnadas en distintas resinas. Esta escalofriante mezcla no la descubrieron los artistas. Desde la antigüedad se utilizaba cómo medicina y durante la Edad Media era habitual en las estanterías de los boticarios. Fue a partir del renacimiento cuando los artistas se fijaron en este curioso polvo de nombre tenebroso y comenzaron a usarlo cómo pigmento para sus obras.  El amarillo momia se comercializó de forma habitual hasta el siglo XIX, cuando fue sustituido por otros pigmentos sintéticos.

La libertad guiando al pueblo, 1830, Eugène Delacroix, Museo del Louvre, París. Los cuerpos de los rebeldes masacrados están pintados con amarillo momia.

Purpurina

Purpurina es el nombre de un pigmento de color amarillo, de aspecto parecido al oro. Tan parecido que en la Edad Media se usaba cómo sustituto del oro en las miniaturas de los manuscritos, en la creación de fondos en mosaicos o en pintura al óleo. En concreto se trata de un bisulfuro de estaño y también se conoció cómo «oro de mosaicos».

Amarillos sintéticos

Empezaremos con el amarillo de cromo, también conocido cómo amarillo de París. Lo fabricó un químico francés a principios del siglo XIX y se extendió rápidamente pero era poco estable por lo que se dejó de usar a finales de siglo. Sin embargo, a principios del XX la industria consiguió modificar la fórmula para hacerlo más resistente y se popularizó muchísimo hasta hoy en día que se usa para todo. La primera obra que se conoce con este pigmento es Retrato de un caballero de Thomas Lawrence, pero fue bastante utilizado por los artistas de la época cómo Picasso o van Gogh, que, de hecho, su obra pintada con amarillo cromo “Los girasoles” dan nombre a este libro y si queréis saber por qué se marchitan, tendréis que leerlo porque es super interesante. 

Los girasoles, 1888, Vincent van Gogh, óleo sobre lienzo,
Neue Pinakothek , Múnich.

Pero más interesante aún es el uso que se le ha dado al amarillo cromo en un ámbito completamente distinto al artístico, en concreto en la seguridad vial. El amarillo cromo es el color elegido para pintar las señales de tráfico, los autobuses escolares en EEUU o los taxis de Nueva York, por ejemplo ¿Por qué? Porque… pues porque es un color que se ve y contrasta muy bien. 

Después de que surgiera el amarillo cromo apareció un nuevo pigmento sintético, el amarillo cadmio. Éste se descubrió en Alemania y era más brillante y resistente que el anterior por lo que lo sustituyó enseguida. Monet fue un artista que lo utilizó en abundancia. 

Y a este conjunto de amarillos sintéticos se sumó justo antes de la Primera Guerra Mundial el Amarillo Hansa. Los dos anteriores están bien pero, cómo otros muchos pigmentos, son bastante tóxicos, el amarillo Hansa mejora mucho en este aspecto. Se trata de un grupo de pigmentos obtenidos del alquitrán y por tanto sintéticos orgánicos. Dan unos amarillos que van desde el amarillo limón al más cálido anaranjado. 

Y si repasamos la tabla periódica también hay amarillos sintéticos con otros elementos, cómo el bario, el cadmio, el cinc o el cobalto.

Recuerda que tienes disponible la parte 2 de este análisis en la que me centro en los pigmentos amarillos de origen vegetal. Os dejo el vídeo a continuación y aquí podéis visitar el post.

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Creativa por naturaleza, he trabajado en televisión, radio, teatro e Internet. Community Manager, productora, diseñadora, amante de la naturaleza, aventurera, curiosa, creativa y lo que surja.....

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