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Artes / Historia del arte

La historia de los pigmentos verdes. El verde en el arte.

El texto es un resumen del vídeo, en el vídeo tenéis más información.

Verde que te quiero verde. Verde viento. Verde ramas. Verde… ay verde. Eres un  color especial y bien lo sabía Federico García Lorca al dedicarte las primeras líneas de su Romance Sonámbulo.

El verde es intensidad, es calma, es pureza, y sobre todo es naturaleza. Es un color que nos conecta con nuestro pasado más salvaje y nos transporta a nuestra esencia. Pero su uso ha sido y es muy contradictorio. Si nos paramos a analizar qué nos transmite este color, por un lado se lo identifica con la vida y la salud,  la fertilidad, la juventud y la esperanza y al mismo tiempo es el color de la envidia y de la muerte, relacionado con los productos venenosos, es el color de la usura y el dinero, es el color del miedo y lo horripilante.

Hoy el verde es el color del movimiento ecologista dando incluso nombre a los grupos políticos que defienden el medio ambiente. Es también el color tradicional del Islam por la exuberante vegetación del paraíso y por eso está en la bandera de casi todos los países islámicos.

Análisis técnico

El verde se sitúa entre el azul y el amarillo en el espectro visible, en los modelos de color aditivos es uno de los primarios junto al rojo y al azul y en el modelo sustractivo uno de los complementarios que se crea con amarillo y cian. Puedes aprender más sobre la teoría del color en este vídeo.

La obtención de pigmentos verdes a lo largo de la historia ha sido bastante compleja. En general son pigmentos muy volátiles, que pierden rápidamente su frescura y vivacidad, aún así algunos han sobrevivido hasta nuestros días. 

La historia de los pigmentos verdes la podemos dividir en dos grandes etapas. La primera comprende desde la antigüedad hasta el renacimiento y en ella destacan un pequeño puñado de pigmentos con origen mineral que los artistas fueron perfeccionando y replicando con el paso del tiempo. La segunda etapa llega con la creación de los pigmentos sintéticos en el siglo XVIII, donde comenzaron a fabricarse distintos tipos de pigmentos verdes que se hicieron muy populares y que en poco tiempo se convirtieron en auténticas pesadillas. Luego entraremos en detalles. 

Clorofila

El verde es el pigmento natural más antiguo y abundante del mundo. Recibe un nombre que seguro que os suena a todos, la clorofila. La clorofila es un pigmento encargado de dar el característico color verde a las plantas y transformar la energía de la luz solar en energía química, es decir, es el responsable de la vida en este planeta.

Detalle de la clorofila

Está documentado que algunos pueblos neolíticos del norte de Europa consiguieron elaborar con hojas de abedul un pigmento verde con el que teñían sus tejidos. Pero se trataba de un pigmento de mala calidad y con un color más marrón que verde. Posteriormente, a pesar de los numerosos intentos de tintoreros y artistas, no se ha conseguido obtener pigmento verde de procedencia vegetal.

Verde montaña

Si nos adentramos en la línea del tiempo en busca del primer uso documentado de un pigmento verde artístico este mérito se lo llevan de nuevo los egipcios. Los egipcios consiguieron elaborar un tipo de pigmento verde sintético y varios tipos más de pigmentos verdes.

Uno de ellos, con el que pintaban las paredes de las tumbas o los papiros, es el conocido cómo verde montaña. Lo obtenían a través de una molienda muy fina de la malaquita, un mineral de cobre de color verde intenso y aspecto vítreo que extraían en las minas  al oeste del Sinaí y en el desierto oriental. Dependiendo del grosor del grano del pigmento, el tono del verde varía entre oscuro, medio y claro. Para los egipcios este color era símbolo de la regeneración y el renacimiento, asociado a la vida y la protección. 

Nakht mientras caza y pesca. Dinastía XVIII . Tumba de Sheij Abd el-Qurna, Tebas, Egipto

Pero en su paleta de verdes también se colaron los tierra verde, y consiguieron tintes verdes mezclado amarillo y azul. Primero les daban a las telas un baño de amarillo azafrán y después en un tinte vegetal de color azul.

Verdigris o cardenillo

El verde montaña que usaban los egipcios tenía un problema de conservación, se degradaba con rapidez. Esto lo consiguieron solucionar los romanos que observaron que si se sumergían en vino piezas de cobre surgía con el tiempo sobre ellas una pátina de color verde que al rasparse podía convertirse en un pigmento verde. Se trataba de la corrosión del cobre en contacto con ácido acético del vinagre, creando así un  pigmento sintético de origen mineral que recibe el nombre de verdigris o cardenillo. Esta técnica la describió el filósofo griego Teofasto en su libro del siglo IV a.C. “Sobre las piedras”. En él decía:

Se coloca el cobre sobre los posos del vino y el óxido que adquiere por este medio se extrae para su uso”

El uso de este pigmento ha estado bastante extendido a lo largo de la historia del arte. Los romanos lo utilizaron en mosaicos, frescos y vitrales. En la Edad Media lo usaron los monjes para iluminar sus manuscritos y numerosos artistas posteriores en sus obras. Pero es un pigmento muy inestable, que varía con el tiempo según la exposición a la luz o las interacciones químicas con otros pigmentos.

Su uso destaca en manos del artista flamenco  Jan van Eyck. En su famoso famoso cuadro de “El matrimonio Arnolfini”. El pintor consiguió dar un uso magistral al cadenillo del vestido de la dama aplicando veladuras con pigmentos aglutinados con aceite secante. El resultado es que aún hoy, 600 años después, el vestido sigue presentando un color verde intenso.

El matrimonio Arnolfini
Jan van Eyck

Tierra verde

Este pigmento está formado por dos arcillas distintas, la celadonita y la glauconita, ricas en sales de hierro, magnesio, potasio y aluminio. Las arcillas se lavaban, decantaban y se molían para crear el pigmento. Dependiendo de cómo se combinan y la procedencia de las arcillas, el aspecto del pigmento cambia desde el verde amarillento pálido hasta un opaco verde aceituna. Esto ha hecho que a los pigmentos tierra verde se los denomine de muchas formas distintas dependiendo de la composición exacta, cómo el verde de Verona que es un tipo de tierra verde, o el verde Veronés que es otro diferente, entre otros muchos. 

A diferencia de los otros pigmentos verdes, el terra verde es uno de los más estables y resistente a la luz e interacciones químicas aunque cómo inconveniente, tiene un escaso poder cubriente. Este pigmento aparece en pinturas murales romanas y numerosas obras posteriores pero por lo que realmente destaca es porque fue utilizado por muchos pintores italianos para hacer carnaciones. 

La primavera – Fresco siglo I – Pompeya

Muchos artistas utilizaban un fondo de terra verde para pintar la tez de sus personajes. Este color daba unos sofisticados efectos ópticos que hacían que la piel tuviera un aspecto más realista. Sin embargo, con el tiempo, algunas obras han perdido las capas superiores dejando ver la capa de base.

The Anuncción de Duccio

En los siglos XVIII y XIX el mercado se desbordó con nuevos pigmentos verdes sintéticos que reemplazaron rápidamente a los antiguos porque eran mucho más estables y brillantes. 

Verde de Scheele

El verde de Scheele fue inventado en 1775 por el químico sueco Carl Wilhelm Scheele que  sin saberlo comercializó uno de los pigmentos más mortales de la historia. Este intenso verde estaba hecho con arsenato, un compuesto de arsénico. Con él se estampaba papel pintado para empapelar paredes, se teñían cortinas, vestidos, alfombras, se pintaban juguetes, muebles entre otras muchísimas cosas, incluso enamoró a artistas cómo Cézanne, Manet o Van Gogh, que lo utilizaban en muchas de sus obras. Sin embargo el pigmento causó un gran número de muertes y otros efectos, algunos historiadores creen que este pigmento puede haber sido responsable de la diabetes de Cézanne, la ceguera de Monet e incluso de la muerte de Napoleón Bonaparte en 1821. Dejó de usarse como pigmento en la segunda mitad del siglo XIX y pasó a utilizarse como pesticida.

Ya entrados en el siglo XIX comenzó la verdadera revolución de los pigmentos verdes. Del arsénico se pasó a otros elementos químicos para fabricar verdes sintéticos, como verde cobalto, que cubre mucho, es ligeramente azulad e intenso. El verde cromo, que cubre mucho, es opaco, y  olivado. O el verde viridiana o verde esmeralda que cubre poco, es brillante pero no azulado, fue popular entre los pintores impresionistas y puede verse en muchas de sus obras. Estos compuestos aún se usan hoy para la elaboración de pinturas verdes. 

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BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA

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About Author

Creativa por naturaleza, he trabajado en televisión, radio, teatro e Internet. Community Manager, productora, diseñadora, amante de la naturaleza, aventurera, curiosa, creativa y lo que surja.....

1 Comment

  • Mireia
    6 febrero, 2021 at 6:45 pm

    Me encana este blog 🙂
    +1, has ganado una nueva subscriptora y lo compartiré en mis grupos de lettering 🙂

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