A la hora de diseñar una casa hay muchos aspectos que debemos plantearnos y aunque puede parecer una ardua tarea, para los que amamos la decoración y el diseño de interiores es un estimulante reto para nuestra creatividad. Cada estancia de la casa es una aventura y una de la que solemos trabajar con más cariño, quizás porque vamos a pasar muchas horas ahí, es el dormitorio.
El dormitorio es un espacio decididamente abierto a la decoración. Si nos planteamos reformas integrales en esta estancia de la casa podemos cambiar desde el color de las paredes, el mobiliario, las texturas y textiles y, por supuesto, el armario. Para el espacio de almacenaje de la ropa podemos escoger entre armarios cerrados, armarios empotrados, vestidores abiertos…. ¿Por cuál decidirse? Dependerá mucho del espacio disponible, los gustos personales y el diseño integral del resto de la decoración pero hoy quiero hablar sobre la última opción que os planteo, los vestidores abiertos y cómo podemos mantener el orden en ellos.
Índice
Vestidores abiertos: Ventajas e inconvenientes
Un vestidor abierto es un espacio de almacenaje para la ropa, calzado y complementos que puede tener una de sus caras o ambas, totalmente abiertas, sin ningún tipo de cerramiento. Pueden presentare de formas muy diversas y creativas adaptadas a cualquier espacio, hay vestidores abiertos originales para todos los gustos.
La gran ventaja de esta opción es que resulta muy versátil y adaptable. Al estar formado por módulos independientes se pueden combinar y situarse casi en cualquier rincón, buscando siempre el máximo aprovechamiento del espacio de un dormitorio. Es, además, un formato que evoluciona con nuestras necesidades pues permite quitar y añadir módulos abiertos o cerrados para ir dando solución a las necesidades que requiere la vida.
Además de su practicidad (por tenerlo todo a mano y a la vista), los vestidores abiertos son un recurso fantástico a la hora de decorar un dormitorio. Aportan mucha textura y calidez al espacio tomando gran parte del peso visual de un diseño y permitiéndonos jugar con los colores y formas. Sin embargo aquí nos topamos con el gran problema de los vestidores abiertos ¡El orden!. Aunque un vestidor bien ordenado es una delicia para la vista, mantener el orden entre la ropa no siempre es fácil, solo te haré una pregunta ¿Qué tal está tu armario en este momento? Pero ésta no debe ser una razón de peso para descartar un vestidor abierto en una reforma porque hay muchos trucos que nos ayudan a mantener el orden a largo plazo ¿Quieres descubrirlos? Vamos a ello.
Trucos para mantener el orden
Cada cosa en su lugar
Después de haber visto enterita la serie documental sobre Marie Kondo tengo ciertas reticencias sobre su método pero, sin duda, ella nos ha dado uno de los mejores consejos para que todo esté en orden, tanto en el armario como en cualquier otro lugar. ¡Cada cosa debe tener su lugar! Lo he repetido en varias ocasiones en este blog y es que es una verdad verdadera. Si algo no tiene un lugar asignado acabamos dejándolo en cualquier sitio y ese será el primer paso para iniciar el desorden. Si cada cosa tiene su lugar siempre iremos a colocarla en dicho lugar y será mucho más fácil mantener un orden prolongado.
Si quieres mantener el orden cada cosa debe tener su lugar
Pero… ¿Es posible que cada cosa tenga su lugar? Esta pregunta me lleva al siguiente punto en el que quiero compartir con vosotros una pequeña reflexión.
Espacio
Uno de los grandes males de todo armario es que todo acaba abarrotado. ¿Las casas son demasiado pequeñas? ¿No tenemos suficiente espacio? En realidad, en mi opinión, creo que el problema no es el espacio sino las cosas ¡Tenemos demasiadas cosas! Demasiada ropa, demasiados zapatos… tenemos más ropa que espacio y eso provoca que acabe todo abarrotado y desordenado.
En un vestidor abierto, como hemos visto, el desorden es incompatible con la decoración y el equilibrio visual del dormitorio, por eso debemos intentar que las cosas tengan un espacio holgado, que ofrezca una armonía a la vista. Nada de abarrotar las baldas ni tener la ropa de las perchas más apretujadas que en una discoteca. ¡Espacio!
Solemos tener más ropa que espacio y eso provoca que acabe todo abarrotado y desordenado
¿Qué podemos hacer? Mi recomendación es hacer una buena limpieza de armario, a lo Marie Kondo si queréis, o a vuestro propio estilo, pero plantearse realmente qué ropa necesitas y quedarte sólo con la esencial. Podéis buscar información sobre los armarios cápsulas, os recomiendo seguir el canal y blog de Elena HG que habla sobre ellos y sobre cómo tener un armario cápsula que refleje tu esencia y sea más sostenible con el planeta.
Utiliza cajas y cestas
Un buen truco para tener todo bien guardado y ordenado es utilizar cajas y cestas. Las cajas son un elemento decorativo sin más y a veces las utilizamos incluso vacías solo para rellenar un espacio, pero no debemos olvidar que función de almacenaje muy útil para tener todo ordenado.
Existen cajas de todos los estilos, colores y texturas, con diseños bonitos y elegantes que encajan con todos los estilos decorativos. En ellas puedes guardar la ropa interior, complementos, bolsos o prendas pequeñas que de otra manera no tendrían un lugar concreto.
Utiliza cajas para guardar la ropa interior, complementos, bolsos o prendas pequeñas que de otra manera no tendrían un lugar concreto.
Te recomiendo usar cajas de cartón, de mimbre, metal o de madera e intentar evitar las cajas de plástico, no solo porque este material es ecológicamente cuestionable (aunque no me voy a menter en eso ahora), sino porque estéticamente no aportan tanta textura y no suelen ser tan bonitas como las cajas de otro tipo de material.
Hazte con cajas y cestas de distintos tamaños y formas. En ellas, citando de nuevo a Marie Kondo, se pueden guardar algunas prendas siguiendo sus fantásticos métodos de doblado de ropa (que hay que reconocer que son muy eficaces).
Cajones
Un vestidor abierto no quiere decir que todo tenga que estar a la vista, puede tener cajones ¡Y debe! Los cajones son muy prácticos para guardar camisetas, jerseys, blusas …, a la hora de diseñar el vestidor es bueno hacer una reflexión sobre el tipo de ropa que tenemos y distribuir así el espacio a nuestras necesidades ¿Cuanta ropa de percha tienes? ¿Cuánto espacio para ella necesitas? ¿Y con los cajones?
Utiliza los cajones con inteligencia y ordena bien las cosas en su interior. Los compartimentos siempre ayudan a organizar y que, como decía al principio, cada cosa tenga su lugar.
Una percha para cada prenda
Un detalle que puede parecer insignificante y que no lo es en absoluto. En un armario solemos utilizar la misma percha para colgar varias prendas. Por la falta de espacio podemos llegar a poner una camisa sobre otra o colgar varios pantalones. En el caso de un vestidor abierto lo práctico debe estar en consonancia con lo bonito por lo que es mucho más estiloso disponer de una percha para cada prenda. La ropa quedará bien ordenada y el resultado final mucho más limpio.
Para los zapatos
Y para terminar ¿Dónde guardar los zapatos? En este tipo de espacios de almacenaje hay distintas soluciones. O bien colocar un módulo zapatero en el que poder ordenaros sin ocupar demasiado espacio, utilizar cajas específicamente diseñadas para guardar zapatos, que permiten tenerlos a la vista pero ordenados y visualmente bonitos, o simplemente habilitar varias baldas para colocarlos allí. Esta es la solución más sencilla pero quizás la que quede menos armónica.
Espero que estos consejos os hayan gustado y os animéis a tener un vestidor abierto. Recuerda que en la sección decoración puedes leer mucho más sobre este tema. Un abrazo para todos y todas, sed felices, nos vemos en las redes.
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