Envolver regalos es un arte. El exterior de un obsequio es la carta de presentación del interior. Los japoneses, como casi en todo, dedican a esta tarea un proceso de elaboración muy minucioso para darle todo el sentido que se merece. A veces los regalos para hombres, creyendo que ellos no prestan atención al empaquetado, los envolvemos sin imaginación y sin prestar demasiada atención «cualquier cosa vale». Pero no es así, todo el mundo valora una estética bonita y con muy poco esfuerzo se puede transformar el momento de abrir los obsequios de Navidad, de cumpleaños o de aniversario en una ocasión alegre y divertida.
Índice
Clásicos con un twist
Para envolver los regalos para hombres puedes usar papel de colores lisos como rojo, azul, verde, plateado, gris o su color favorito. Para atarlo no utilices una cinta común de regalo, puedes utilziar una corbata o un pañuelo y le darás así un toque creativo y original.
Si es un libro o una agenda cúbrelo con papel kraft o de revistas, átalo con un cordel de esparto y añade un marcapáginas original en el nudo. También puedes sujetar en el lazo un pequeño regalo envuelto de la misma forma.
¿Y si no has tenido tiempo para preparar algo bonito, puedes entregar el regalo dentro de la bolsa de la tienda? Si la bolsa es bonita puedes salir del paso escribiendo una carta personalizada y sujetándola a las asas. Puedes poner un mensaje especial que os recuerde un momento juntos.
Tamaños grandes sorpresas agradables
Coloca un regalo de tamaño pequeño, por ejemplo, un móvil, dentro de una caja y luego esa caja dentro de otra más grande. Utiliza un mínimo de tres cajas, una más grande que la otra. Envuelve cada una como si fuera el obsequio verdadero. Rellena los huecos con papel picado, material de embalar o plástico de burbujas.
Otra idea es introducir el regalo en un globo lleno de confeti o papel picado. Pídele que lo sostenga y pínchaselo a traición. El regalo quedará en sus manos. Esto funciona con plumas estilográficas o cosas pequeñas que no se vayan a romper.
Con la ecología en la mente y el corazón
Si el «zero waste» ya forma parte de tu vida, los regalos es un espacio donde también se puede y debe aplicar para no generar residuos de un solo uso. Para ello nos vamos de nuevo a Japón para descubrir la técnica del Furoshiki. Los japoneses utilizan un pañuelo para envolver los regalos, este pañuelo es personal de cada uno y se reutiliza en cada celebración. Podemos darle una vuelta a esta idea y además de usar un pañuelo, optar por unos calcetines coloridos o una camiseta en lugar de papeles que irán a la basura. La clave es que todo el material de envolver sea útil, que tenga otro uso. Una idea práctica es cubrir el regalo con fundas de almohadas o de cojines y sujetar los extremos con broches o imperdibles grandes. También entra en esta categoría todo tipo de cajas decoradas que luego puedan utilizarse como archivadores o cajas de herramientas. Los botes de metal para galletas o para infusiones son otra alternativa simpática. Mucho mejor si lo que se escoge para envolver está personalizado con un tema favorito del agasajado, como su club de fútbol o su músico favorito
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