El año 2020 ha supuesto un cambio de mentalidad prácticamente total, pues la pandemia del coronavirus ha hecho reflexionar a la población sobre qué es aquello que realmente tiene sentido.
En el ámbito laboral, los cambios también son notables, pues se ha acelerado exponencialmente el teletrabajo y la digitalización. Tras el duro confinamiento en primavera, muchas empresas y profesionales proyectaron fórmulas que permitían trabajar desde casa o, en caso de tener que acudir a la oficina, reducir al máximo el contacto físico para evitar la propagación del virus.
Muchos comercios y establecimientos dedicados al sector, como Ofiprix, han reforzado su actividad en esta materia, y llevan meses trabajando en ideas para mejorar el confort y la productividad en estos espacios laborales. Por ello, tan importante es la funcionalidad como el aspecto estético.
De este modo, y como ocurre en todos los sectores, cada fin de año aparecen tendencias y recomendaciones para la nueva temporada. Hoy os proponemos una pequeña guía de decoración de oficinas 2021 y lanzamos más consejos para responder al título de este post; decorar tu oficina sin acabar completamente desesperado.
Índice
Optar por colores que maximicen la productividad
Los colores influyen en los sentimientos, el estado de ánimo y la capacidad productiva. La oficina, al ser un espacio laboral, debe resultar cómoda, pero sobre todo ha de ser un espacio eficiente.
Los tonos azules son habituales porque ayudan a que nos sintamos productivos, pero hay que tener cautela con estos colores, pues si son muy intensos y el espacio es reducido, el fenómeno puede ser el contrario.
Si las tareas son más estresantes, los tonos grises o verdes promueven la relajación pero sin incidir mucho en el descanso. Para buscar sensaciones más alegres, tonos cálidos como el naranja o el amarillo son aconsejables, mientras que si lo que queremos es potenciar la creatividad, la opción del morado puede ser la adecuada.
Todos estos colores se pueden incluir en las paredes, en los muebles o en los accesorios, pero siempre cuidando que la decoración integral sea agradable a la vista y esté encaminada hacia lograr objetivos productivos.
Cómo escoger los muebles
La decoración en la oficina siempre debe estar en un segundo plano frente a la funcionalidad, pero no debemos renunciar a ella, pues un lugar cómodo no es aquel que solo es práctico, sino que es agradable.
En este sentido, es imprescindible acudir al mobiliario básico de oficina, como mesa de escritorio, silla con respaldo, estantería y mesa auxiliar, entre otros elementos imprescindibles.
Pero como lo que queremos es que la decoración, es decir, el aspecto estético, también sume para ganar en funcionalidad, no debemos renunciar, siempre que haya espacio disponible, a otros muebles más dirigidos hacia la relajación, como un pequeño sofá, sillas para invitados e incluso un puf, y todo ello bien estructurado para que prime la productividad.
La iluminación como agente decorativo de relevancia
La oficina es uno de los espacios en la vivienda, o fuera si se trata de un centro de trabajo, donde la iluminación es esencial. Quienes trabajan frente a un ordenador, mantienen reuniones constantes o pasan horas leyendo documentos o redactando informes, necesitan un buen sistema de iluminación.
No basta, por tanto, con una lámpara en el techo. Tendremos que estudiar bien cómo es la disposición de los distintos elementos y mobiliario en la oficina y colocarlos en lugares donde se saque mayor partido de la iluminación. La general sí puede ser una luminaria de techo, pero a esta hay que sumarle siempre puntos focalizados en la mesa de escritorio y el lugar de lectura.
Por supuesto, en esta idea debe primar siempre la iluminación natural, que es la más sana. Y para la iluminación artificial, optar por luces de bajo consumo y de temperatura fría, pues son más neutras y generan menos fatiga visual.
Completar la decoración con plantas de interior
Más allá de artículos y objetos decorativos al uso, como alguna lámina motivadora, fotos o cuadros, una práctica que gana adeptos en los últimos años es incluir plantas en la oficina, pues se asocia a la mejora de la productividad.
Además, se trata de un tema de conciencia, pues integrar plantas de interior compensa en parte las emisiones de gases de efecto invernadero que generan los ordenadores y dispositivos electrónicos de la oficina.
Colocar pequeñas plantas en esta estancia disminuye el estrés, aumenta la productividad y genera la sensación de mayor comodidad y confort visual. Por otra parte, el aire que se respira es más sano, aunque para ello es fundamental ventilar la oficina a diario y dejar que el aire no se vicie. La mayoría de especies de interior no necesitan un excesivo mantenimiento, lo que anima a colocarlas y disfrutar de todos sus beneficios.
La oficina es, ante todo, una estancia diseñada para ser productiva, pero eso no debe estar reñido con el confort y la estética, hasta el punto de que si conseguimos esto último, ganaremos en funcionalidad.
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