Si nos transportamos al pasado y mencionamos la creación de impresoras 3D, probablemente, muchos creerían que se trata de un elemento propio de la ciencia ficción. Sin embargo, a día de hoy no es una realidad incrédula o lejana, porque están disponibles para el gran público. Incluso, algunas compañías e instituciones recurren a impresoras 3D para desarrollar su actividad.
Índice
¿Qué es una impresora 3D?
Las impresoras 3D son un elemento que es utilizado por usuarios particulares como por pequeñas y grandes empresas. La impresora 3D es un hardware que permite reproducir objetos tridimensionales. El sistema consiste en una modelación de filamentos de plástico fundido, cobre, madera, bronce, cristal, e
incluso chocolate.
Ventajas de la impresora 3D
Según Luciana Monzon, portavoz de Reviewbox.es, las impresoras 3D permiten la posibilidad de manufacturar todo tipo de productos, reducir coste de la misma producción y obtener niveles de personalización nunca antes logrados. También ofrece facilidades para cambiar prototipos y modificar diseños ya existentes. Con estas ventajas y con la imaginación necesaria nos abre un sinfín de
posibilidades a nivel empresarial (básico, medio y avanzado).
Oportunidades de negocio con la impresión 3D
La posibilidad de imprimir objetos en 3D se ha convertido en una realidad que podemos aprovechar en torno al mundo empresarial. Estas máquinas están siendo aplicadas en todo tipo de ámbitos y aplicaciones cada vez más elaboradas.
Existen tres grandes sectores en los que son muy rentables y facilitan mucho el trabajo.
- El triángulo de impresión: está relacionada con la creación de programas
para las impresoras funcionen correctamente. - El suministro y servicio: consiste en las compañías encargadas en el
transporte de los propios artículos y los materiales que generan. - La producción: consiste en el contacto directo con la impresora, ponerla a
trabajar y producir los materiales y diseños que necesitamos.
Producción – manualidad
En la producción podemos encontrar un amplio panorama en torno a la creación de objetos. Muchas personas hacen uso de impresoras 3D para reproducir elementos útiles como teclas y botones de mando, personalizando o reponiéndolo cuando se han roto. Incluso podemos reponer botones de mandos.
También se utilizan para reproducir hebillas para cinturón, mochilas, arneses. Por lo general, estos artículos necesitan ser reparados con regularidad porque se rompen fácilmente. Por ello, algunos deciden crear un negocio entorno a la reparación de los mismos o la personalización de diseños específicos.
Las impresoras 3D también son utilizadas para crear carcasas para móviles. Algunas marcas personaliza diseños para cada cliente, lo cual puede ser muy rentable. Estos modelos son promocionados mediante plataformas virtuales donde los usuarios pueden acceder para realizar el pedido, cambiado el color y
la forma del modelo, entre otros.
Asimismo, son utilizadas para imprimir figuras para decorar, juguetes para los más pequeños, originales recuerdos de boda, bautizos, comuniones o cualquier evento especial. Algunos deciden elaborar pequeñas cajas que pueden ser útiles para conservar otros objetos. La bisutería también puede emplearse con las
impresoras 3D (anillos, llaveros, colgantes, etc.)
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