Hola! En esta entrada os voy a contar cómo corto botellas (quien dice botellas dice tarros o vasos) y las convierto en jarrones, vasos e incluso macetas.
Lo primero es lo primero, veamos que materiales y herramientas considero fundamentales:
Lo principal es el cortavidrios, que lo podréis encontrar en cualquier ferretería de barrio (en torno a los 5~7 euros); las gafas son fundamentales para evitar cualquier esquirla que pueda saltar. Además contaremos con lijas varias (es importante que sean resistentes al agua), he comprobado que para un primer desbastado va bien un grano entre 180 y 220, para un trabajo más fino un 500 está bien y ya para dejarlo pulidito un 1000 (el grano de las lijas determina su rugosidad, a un número más bajo más grueso y desbasta más rápido pero deja marcas, por el contrario a mayor número, grano más fino, desbaste más lento pero suaviza rugosidades). La tetera es opcional pero me ha resultado muy útil y os la recomiendo. Y por supuesto vidrio.
Como véis no he dicho nada de guantes protectores, lo dejo a vuestra elección, yo por comodidad no los uso puesto que la mayor parte del trabajo cortante lo hago bajo agua, como explicaré más adelante, yo soy un manazas y aún no me he cortado.
¡Al ataque!
- Comenzamos marcando con un rotulador indeleble una línea guía en la botella. Truco! llenáis de agua la botella, en una superficie nivelada, hasta una línea imaginaria de corte y repasáis con el rotulador. De esta manera es más sencillo seguir la línea con el cortavidrios y que nos quede el corte a nivel. Mientras hacemos esto ponemos la tetera con agua al fuego.
- Al cortavidrios hay que pillarle el truco, tenéis que oír un sonido molesto (parecido al de las uñas y las pizarras), es cuestión de presión, si os pasáis haciendo fuerza veréis que saltan esquirlitas y si, por el contrario, os quedáis cortos la línea será muy tenue y habrá zonas que no lleguen a marcarse. (En la foto anterior, en la botella verde, si os fijáis en la línea, veréis que hay zonas más finas y otras más gruesas… las gruesas es que me he pasado).
- Una vez pasado el cortavidrios nos vamos a la pileta de la cocina, ponemos el tapón, y vamos girando la botella a medida que le cae agua fría a la zona de corte. El proceso es el siguiente: repasamos con agua fría la zona, a continuación, el agua hirviendo de la tetera, la vamos vertiendo a chorritos por la línea de corte… deberíamos oír crujidos, de lo contrario repetimos, agua fría y agua caliente, así hasta que cruja o directamente se parta el cristal.
NOTA: ¿os habéis fijado cuando se agrieta un cristal y no se parte? ¿habéis visto como por difracción se ve que esta roto? Ejemplo Pues así iremos viendo como se va partiendo, habrá alguna zona que cueste más, si veis que con el truco de frío/calor no se parte podéis darle golpecitos con algo contundente (yo uso el propio cortavidrios), empezando con poca fuerza y aumentándola poco a poco hasta que se vea que también se ha separado el vidrio.
Llegados a este punto pueden haber pasado tres cosas, que se haya partido perfectamente (yeah!), que el corte no haya sido limpio y quede una línea con montañitas (70% de los casos) o que directamente se haya partido la botella en varios trozos (tened mucho cuidado siempre! A mi me ha pasado y no ha habido que lamentar puntos de sutura).
- Ahora toca suavizar los cantos afilados. Para ello vamos a utilizar las lijas, no es imprescindible, pero una lima para metal de grano medio os va a ayudar bastante a quitar esas esquinas peligrosas, una vez alisado el canto pasaremos a lijar con el grano más grueso, esta acción es mejor realizarla bajo agua (¿os acordáis que pusimos el tapón en la pileta?) para evitar que salten astillas si las hubiera y además favorece la acción de las limas/lijas.
Una vez que tengáis el canto a vuestro gusto os recomiendo que lo puláis con una lija con grano entre 800 y 1200; sobre una superficie lisa situamos la lija, la humedecemos y, dibujando círculos, pasamos la ex-botella sobre ella.
Pues con esto y un bizcocho hemos terminado nuestro DIY de hoy!!
Recordad, en la pileta ha quedado polvo de vidrio e incluso esquirlas, tiráis del tapón y que se vacíe solo, luego con el propio grifo empujáis ese polvillo desagüe abajo, tened cuidado con los dedos! No empecéis por la botella más bonita, se os va a romper, creedme :_( El mejor consejo que os puedo dar es que uséis vuestro sentido común.
Y aquí el resumen de los pasos.
PD: Otro día os enseño la base que me hice para girar, marcar y cortar las botellas, es super sencilla, práctica y económica.
PD2: Con una broca para vidrio podremos hacerle unos agujeros de drenaje y hacer macetas!
Un saludo!
6 Comments
romi
13 junio, 2019 at 6:49 pmMe encanto ! Mostras muy claro los pasos, voy a intentarlo… aquí una nueva seguidora, saludos desde Córdoba, Argentina.
edth
5 junio, 2015 at 11:16 pmexcelente
Irene
30 marzo, 2014 at 7:50 pmSiempre he querido saber cómo hacer esto! Así daría buen uso a los botellines más chulos de mi colección!
Saray HH
31 marzo, 2014 at 8:12 amPues es el momento, ya ves que fácil jeje. 🙂
María
28 marzo, 2014 at 10:08 pmMe encanta la idea de utilizarlos como jarrones!!
Saray HH
31 marzo, 2014 at 8:12 amPues ya sabes, a por ello! 🙂 y ahora que es primavera puedes llenar toda tu casa de flores.