La luz es un elemento fundamental en nuestras vidas, sobre todo cuando nos referimos a ella como sinónimo de electricidad. (Estas semanas se ha hablado mucho de la luz con eso de la imposición de las franjas horarias). Pero además de ser un recurso que nos ofrece la naturaleza, es un factor y un complemento utilizado en decoración para realizar los diseños. Hemos hablado muchas veces de la luz artificial, de cómo iluminar o qué lámparas usar en cada estancia pero ¿Y la luz natural? ¿Cómo trabajar con ella? Hoy nos centraremos en algunos tips para decorar el salón, para que este espacio de la casa sea más luminoso utilizando la luz natural.
Índice
Ventanas despejadas
Si tienes un salón con poca luz la primera pregunta que debes hacerte es si hay algo que esté impidiendo o se interponga en las entradas de luz natural: cortinas, muebles… El primer paso será entonces retirar todo lo que se interponga entre la luz del exterior y el interior de tu salón. Las cortinas, aunque sean finas o estén atadas, siempre restan algo de luz, lo mejor es quitarlas. Si te parece demasiado raro el aspecto de la ventana sin cortina (que todo es acostumbrarse, también te digo), puedes optar por unos estores enrrollables para que puedas quitarlos por completo o bajarlos según tus intereses.
Además de las cortinas otros elementos que pueden impedir el paso de luz son los muebles o complementos que se colocan delante de las ventanas. Si es tu caso, también sería conveniente que los retires y distribuyas el el espacio de otra forma para que las ventanas estén completamente despejadas.
Blanco que te quiero blanco
Hay colores más luminosos y colores menos luminosos y el que encabeza la lista de los más es, sin duda alguna, el blanco. Si buscamos un espacio luminoso y potenciar la luz natural, lo mejor que podemos hacer es incorporar el blanco a nuestra paleta de colores como color principal. Paredes, mobiliario, complementos… una buena apuesta al blanco con toques estratégicos de otros colores dará al ambiente un aspecto de gran luminosidad.
La magia de los espejos
Los espejos tienen la propiedad de reflejar la luz y por tanto de multiplicar su luminosidad. Un espejo bien colocado en nuestro salón hará que se iluminen zonas que de otra forma quedarían oscurecidas. Los espejos, además, son un complemento decorativo estupendo. Pueden colocarse incrustados en la pared o con un marco colgados de ellas, aunque ahora está muy de moda dejarlos posados.
Mobiliario ligero
Los muebles grandes y aparatosos producen sensaciones de recogimiento, sobre todo si son de colores oscuros. Cuando queremos espacios luminosos buscamos también amplitud y ligereza, por ello es recomendable utilizar mobiliario ligero. Es decir, abiertos que se pueda ver a un lado y otro, de cristal, de mimbre… Por ejemplo, la mesa de centro mejor que sea de cristal que de madera, las estanterías que sean abiertas etc etc
Limpia los cristales
Va, me he dejado este truco para el último lugar pero no es ninguna broma. En serio, limpia los cristales de las ventanas, por dentro y por fuera. A veces son una de esas cosas que pasamos por alto y la suciedad se va acumulando día a día durante meses. Esa suciedad puede hacer de barrera para que la luz traspase el cristal y estamos perdiendo capacidad lumínica. Un buen fregoteo y ya verás como conseguirás un poquito más de luz.
Combinando todas estas ideas es posible conseguir más luminosidad en el interior del salón sin necesidad de obras. Espero que este post os haya inspirado. Un abrazo para todos y todas, sed felices, nos vemos en las redes.
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