No hay nada peor (bueno sí, hay cosas peores, pero esto es una faena de las gordas), que tener una casa super bonita y bien decorada y de repente encontrarte con una humedad en la pared. Es un auténtico desastre que no solo desluce todo nuestro esfuerzo por tener un espacio bonito sino que, además, puede convertirse en un problema de salud. Por eso es importante, en cuanto detectamos una humedad, tratarla lo antes posible ¿Cómo? Aquí van algunos consejos a modo de guía que os vendrán muy bien.
Índice
Analiza el tipo de humedad y la fuente
Lo primero es pararse a observar con detenimiento la humedad e identificar cuál podría ser el problema. Hay algunos trucos:
- Si es de aspecto blanquecino, en realidad son eflorescencias, es decir, esa pared tuvo humedad en algún momento pero al evaporarse el agua lo que vemos son los restos cristalizados de las sales que tenía el agua. Este tipo de humedad se debe a la capilaridad, por lo tanto hay que identificar de dónde procede el agua que se ha filtrado y arreglarlo según se trate.
- Si el moho es de un color pardo y se encuentra en el techo o en la parte alta de la pared, se produce por condensación y ¡Hay que ventilar! y buscar formas de mantener el espacio bien ventilado siempre.
- Y el último tipo de moho es el que se produce por la filtración de agua, que se puede dar por una gotera, por una rotura de tubería etc. Producen al principio pequeñas gotitas que se acaban convirtiendo en grandes manchas.
Repara, si es posible
Una vez que hemos identificado el tipo de moho y humedades y las posibles fuentes, lo ideal para evitar que se repita es reparar aquello que esté estropeado o roto o intentar cambiar nuestros hábitos, en el caso de la ventilación. Si no reparamos la humedad volverá a salir una y otra vez por mucho que la limpiemos. A veces la reparación es sencilla, como repasar las juntas de la ducha, otras requerirá de fontanería profunda o incluso algo de obra. Si tienes dudas, lo mejor es buscar un profesional.
Elimina las humedades
El siguiente paso será limpiar la humedad. Para ello primero debemos aislar la zona de la humedad del reto de la pared. Podemos utilizar plásticos (aunque preferiblemente papel kraft) pegados con cinta de carrocero. De esta forma evitas que los productos químicos que se vaya a usar se extiendan por zonas que no queremos.
A continuación haremos un preparado en un spray pulverizador de agua con alguno de los siguientes elementos: vinagre blanco, bicarbonato, amoniaco o lejía si son muy resistentes. Solo hay que pulverizar la zona, dejarlo reposar unos 30 minutos y limpiar con una bayeta suavemente. Si aún así la mancha sigue resistiéndose entonces habrá que optar por productos químicos para limpiar el moho.
Si la zona está muy dañada, hay que quitar la pintura anterior que se haya saltado para dejar una superficie lo más lisa y saneada posible.
Es hora de pintar
Una vez que ya tenemos todo arreglado es hora de pintar la zona del mismo color de la pared. Lo ideal es utilizar pintura antimoho que, además de darnos el aspecto estético que queremos, será una doble prevención para que no vuelva a salir la humedad. Por ejemplo, la pintura antimoho de la marca Reventón es una pintura plástica muy resistente, que no solo previene el moho sino que tiene la capacidad de permitir la transpiralidad del vapor de agua además tiene una carta de colores muy amplia
Espero que este post os haya resultado útil e interesante. Un abrazo para todos y todas, sed felices, nos vemos en las redes.
No Comments