En las pelis, sobre todo en las americanas, vemos como con la llegada de la fiesta de Halloween, los vecinos llenan las calabazas de los niños de golosinas. También en el día de Navidad, Santa Claus deja los calcetines de la chimenea repletos de dulces para los más pequeños.
Las chuches abundan en el cine a un lado y a otro de la pantalla, ya sean corrientes o sofisticadas, con poderes o sin poderes, pero siempre deliciosas. En este artículo descubriremos cuáles son las chuches más famosas de la gran pantalla y cómo encontrar algunas de ellas a través de la venta de chuches online.
La primera película que se nos viene a la mente al pensar en golosinas es Charlie y la fábrica de chocolate. Desde la tableta Wonka Bar donde se esconde el ticket que nos permite entrar al mundo de Willy Wonka, hasta las piruletas gigantes, pasando por los diminutos Nerds, o los caramelos Bottle Cap, el imaginario dulce de Tim Burton se muestra inagotable en este largometraje. En TusChuches, puedes encontrar, eso sí, siempre a pequeña escala, cualquier golosina que se te antoje viendo esta peli.
Algo parecido, aunque con menos color, es lo que podemos encontrar en la peli Chocolat, donde el chocolate vuelve a inundar de nuevo una película para dejarnos con ganas de dulce. Lo mismo sucede en Gran Hotel Budapest, este largometraje de Wes Anderson cuenta con una escena difícil de ver sin desear probar una golosina.
La saga de Harry Potter es quizá el segundo escenario en el que podemos ver una mayor variedad de chucherías: píldoras ácidas, pirulíes con sabor a sangre, babosas de gelatina, varitas de regaliz, bolas de chocolate, plumas de azúcar… en mayor o menor medida, siempre encontraremos chuches que guarden semejanza con estos dulces tan originales a la hora de comprar golosinas.
Más fáciles de encontrar, o incluso de preparar en casa, son las delicias turcas que la Bruja Blanca le ofrece a Edmund a cambio de información en Las Crónicas de Narnia. Estas delicias son un dulce típico, de textura gelatinosa y recubierto de azúcar que sorprenderá a los amantes de las gominolas tradicionales.
Las grageas son una chuchería muy presente en el cine. Se trata de golosinas con forma de alubia y distintos sabores, que ya aparecían en Harry Potter y en la película E.T, el extraterrestre, son las que el niño le lanza al desconfiado alienígena para intentar que salga de su escondite.
Sin duda, además de estas grageas debemos contemplar en el ranking de chuches más atrayentes las pastitas que en País de las Maravillas pedían ser comidas por Alicia bajo la inscripción “EAT ME” o “TAKE ME”. ¿No es cierto que, aunque la mayoría de chuches que encontramos no lleven nada escrito, parecen estar pidiéndonos lo mismo?
En las películas menos comerciales, las chuches y los dulces también tienen reservado un espacio. Es el caso de la película japonesa Una pastelería en Tokio, de Naomi Kawase, donde la receta de los deliciosos dorayakis y la preparación de la pasta de judías dulces o anko pasa a ser uno de los ejes en torno a los que gira el argumento. Como suele suceder en las producciones japonesas, la presencia de la comida y el amor con el que son tratados cada uno de los ingredientes, no dejan a nadie indiferente.
Pero la golosina a la que tenemos más cariño sin duda es a la galletita de jengibre de la saga de Shrek. Por suerte, es una de las pocas que, aunque siga apareciendo muy apetecible en la gran pantalla, nos costaría mucho comer.
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