Os he hablado en el blog en muchas ocasiones sobre los colchones, sus tipos y características pero… ¿Qué pasa con las almohadas? Hoy les vamos a prestar un poquito de atención porque junto al colchón también son las responsables de nuestro descanso y bienestar nocturno. Y ¿Quién no ha echado de menos su almohada cuando ha dormido fuera de casa? Son algo muy personal y adaptadas a los gustos de cada uno por eso es importante conocer los tipos de almohadas que hay y sus características para acertar con la más adecuada para nosotros. En esta web encontrarás más información experta para saber que almohada elegir
Índice
Almohadas de plumas y/o plumón
Empezaremos por la versión más tradicional y antigua de una almohada, las de plumas o plumón (de pato o ganso). Este tipo de almohadas son muy mullidas, perfectas si te gustan las almohadas blanditas. Una de sus grandes ventajas es que son muy duraderas si se cuidan bien, sin embargo, tienen ciertas desventajas bastante importantes. Al tener plumas pueden causar alergia a ciertas personas, además al recostar nuestra cabeza sobre ellas las plumas se comprimen y hay que mullirlas para que vuelvan a adquirir la forma. Otra desventaja es, sin duda, el origen de las plumas aunque para este último punto la alternativa son las almohadas de fibra sintética, que imitan los rellenos de pluma sin serlo, y podemos hacerlas más o menos densas según nuestro gusto. En comparación, las de plumas son mucho más caras que las de fibra.
Almohadas de fibra sintética
Como adelantaba en el apartado anterior, este tipo de almohadas están rellenas de fibras sintéticas. Su calidad puede variar pero en general son de poliéster. No existen estándares de relleno para estas almohadas que, como comentaba, se pueden rellenar más o menos para adaptarlas a nuestras preferencias. Lo mejor de estas almohadas es su precio, son una de las más económicas del mercado. En contraposición, son poco duraderas y no suelen ser demasiado buenas para la postura. A veces se requiere usar dos o doblarla para encontrar una altura adecuada.
Almohadas de látex
Dejando a un lado los modelos tradicionales, es hora de adentrarnos en los materiales más modernos. En este caso el látex. Las almohadas de látex son muy populares en los últimos años y se han convertido en una de las más elegidas. Se adaptan a la perfección al la anatomía de cada persona sin deformarse y se pueden encontrar en distintos niveles de densidad: más duras o más blanditas. Suelen mantener una temperatura neutra. Como desventaja, suelen ser un poco más caras que otras opciones y tienen un efecto conocido como «efecto rebote» al que hay que acostumbrarse y no todo el mundo es capaz.
Almohadas viscoelásticas
Al igual que en el caso de los colchones, en las almohadas también encontramos modelos viscoelásticos. Las almohadas viscoelásticas ofrecen una adaptabilidad total al contorno de nuestra cabeza y cuello. Aportan una sensación muy agradable, sobre todo si te gusta dormir de lado. La firmeza puede ser variable y se pueden encontrar en una gama amplia de opciones, para adaptarse a todos los gustos. El inconveniente principal es la temperatura, suelen calentarse más que otros materiales, aún así la tecnología avanza a ritmos acelerados y a día de hoy se combinan con otros elementos para disminuir esta pequeña desventaja.
Almohadas de núcleo perforado de gel
Cuando en el apartado anterior me refería a la combinación de materiales estaba haciendo referencia precisamente a este tipo de almohadas. Son la última innovación técnica de la industria y consiste en introducir en la parte interna de la almohada un núcleo perforado de gel que ayuda a regular la temperatura. Además incorporan algunas ventajas extra como el tratamiento antiácaros. A día de hoy están entre las más caras pero también las más recomendadas para problemas graves de espalda y cuello.
¿Cuál es vuestro tipo de almohada favorita? Espero que hayáis encontrado en este post un poco de orientación para encontrarla. Un abrazo para todos y todas, sed felices, nos vemos en las redes.
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