Seguro que has escuchado hablar en muchas ocasiones del amianto y de que es perjudicial para la salud. Pero, ¿sabes qué es y qué riesgos tiene?
El amianto, también conocido como asbesto, es un material mineral fibroso que se ha utilizado durante siglos en todo el mundo. Entre las aplicaciones para las que ha servido se encuentran la construcción de edificios y la creación de textiles.
Sin embargo, su uso se ha prohibido en muchos países debido a sus efectos negativos para la salud. Las pequeñas fibras que se desprenden pueden ser inhaladas, lo que podría ocasionar enfermedades graves como cáncer de pulmón, placas pleurales o derrames pleurales.
Cómo retirar el amianto de forma segura
A pesar de estar prohibido, muchos edificios siguen conteniendo amianto. La legislación dice que, mientras que no tengan desperfectos, pueden mantenerse hasta que finalice su vida útil, unos 20 o 25 años. Una vez haya pasado ese tiempo, deberían retirarse.
La retirada de amianto debe ser realizada por profesionales especializados en su manipulación, como la empresa Madrid Amianto, que cuentan con los equipos de protección adecuados y una larga experiencia en el sector. El trabajo debe llevarse a cabo en un ambiente controlado, para evitar que las fibras de amianto se dispersen en el aire y sean inhaladas por las personas. El amianto retirado debe ser transportado y depositado en un vertedero autorizado para su eliminación.
El precio de la retirada de amianto ronda los 30 €/m², aunque puede variar dependiendo de las condiciones en las que se encuentre la instalación y las características del trabajo que se realice.
Historia del uso del amianto
El amianto ha sido un material muy utilizado por sus propiedades aislantes y de resistencia al fuego. En la antigua Grecia, por ejemplo, se utilizaba para la fabricación de velas funerarias y mortajas, mientras que en la Edad Media se utilizaba para la fabricación de armaduras y cascos de caballeros.
Más cercano a nuestra época, comenzó a utilizarse en la construcción de edificios y en la industria textil. Fue durante la Segunda Guerra Mundial cuando se intensificó aún más su uso. Sin embargo, en la década de los 60, comenzaron a surgir informes que relacionaban el amianto con enfermedades pulmonares y cáncer. En 1976, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer lo clasificó como carcinógeno para humanos, lo que conllevó a la prohibición en muchos países.
En España, la prohibición del amianto comenzó en 2001, cuando se prohibió su uso en la fabricación de materiales de construcción. En 2002, se prohibió su uso en la fabricación de productos textiles.
Si tu vivienda fue construida antes de que se prohibiera el uso del amianto, es posible que contenga este material. Conviene realizar una inspección para detectar su presencia y, en caso de que se encuentre, se debe proceder a su retirada de forma segura por profesionales capacitados. Así se garantizará la seguridad de las personas que vivan en la vivienda, previniendo los efectos negativos que puedan causar en la salud la exposición al amianto.
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