En un mundo de prisas y estrés, pocos lugares ofrecen tranquilidad, descanso y la desconexión deseada como el propio dormitorio. El elemento fundamental para lograr un sueño profundo y reparador que permite recargar energías es, qué duda cabe, el colchón. Pero, ¿cuál es el más aconsejado para llevar a cabo esta parte indispensable del día a día? ¿un colchón de látex o viscoelástico?
Posiblemente, esta sea una de las preguntas más habituales al visitar una tienda de colchones por todas aquellas personas que están preocupadas por su salud y quieren tener claro cuál es su colchón ideal. La decisión final para obtener el tan ansiado descanso, siempre que descartemos los de muelles, se juega entre un colchón de viscoelástica o de látex. Para eliminar cualquier tipo de duda, lo mejor será aclarar cuáles son sus diferencias fundamentales, así como los beneficios que aporta cada uno por separado.
Índice
Diferencias fundamentales entre un colchón de látex y otro de viscoelástica
Para empezar, el colchón de viscoelástica se considera más avanzado, no en vano lo descubrió la Nasa en forma de espuma para amortiguar los golpes de los astronautas en los despegues y aterrizajes. Es este un producto sintético, esta espuma de poliuretano tiene la fabulosa y exclusiva propiedad de distribuir de forma uniforme el peso y la presión de las personas que descansan sobre él. Por su parte, el látex es un material natural con los beneficios que lleva aparejado, ya que se extrae de la savia del árbol del caucho.
Una vez reconocemos su procedencia, se van a explicar el resto de diferencias existentes entre ambos. Son dos productos distintos, por lo tanto, con dos procesos de fabricación diferentes, lo que les confieren distintas sensaciones en el descanso.
La durabilidad
El tiempo que dura con todas sus propiedades intactas es la primera gran diferencia. Un colchón de látex suele conservar durante más tiempo todas sus características, sin sufrir de hundimiento, ya que es un material elástico con una gran capacidad de soporte y estiramiento. Por el contrario, un bloque de espuma (HR) con viscoelástica resulta más sensible a la presión, lo que produce una rotura del poro facilitando la creación de la “huella” mucho antes que en un colchón de látex natural.
La composición
En este sentido, hay que destacar que la viscoelástica, como ya se ha comentado, es un producto artificial (sintético), creado a partir de una combinación química siguiendo la técnica del bizcocho. Se trata de una mezcla de componentes líquidos que generan un gas, obteniendo la pastilla cuando se esponja el material resultante.
El látex, por su parte, se obtiene directamente de la savia del árbol tropical Hevea Brasiliensis, por lo que es completamente natural. Para su recolección se hacen incisiones en su corteza y por ellas fluye una leche de goma que luego es procesada para conseguir el látex. Es un producto algo más complicado de conseguir, por lo que su precio en el mercado siempre será más elevado.
Qué es la viscoelástica en los colchones
Una vez que se ha aclarado cuáles son las diferencia entre los materiales que componen ambos colchones, se va a poner el foco en la aplicación de la viscoelástica para el descanso.
Con viscoelástica aparecen dos tipos de colchones; el moldeado y el espumado, ambos con fórmulas de elaboración diferenciadas y con un proceso de fabricación distinto, por lo que cada uno ofrece unas características y unas cualidades determinadas.
Por otro lado, hay que saber que la viscoelástica de por sí no es un soporte para el peso del cuerpo humano, el cual necesita mantener la columna en línea recta. Es por este motivo por el que los colchones de este material van acompañados de otros elementos, como los muelles. Buena muestra de esto se localiza en La Descansería, la tienda experta en colchones, donde se presentan los mejores ejemplos de la marca Flex. Además, en estos momentos se encuentra en oferta con esta inmejorable combinación.
La espuma viscoelástica
Es aquella que forma parte de los colchones de viscoelástica, que llevan incorporados un núcleo de HR (espumación técnica que proporciona este soporte). A esto se añade un acabado especial, con unos centímetros concretos de viscoelástica, que serán los que darán la adaptabilidad y el confort necesarios en función de los centímetros que lleve y la densidad que posea esa viscoelástica.
La ergonomía
La gran adaptabilidad que posee el colchón de látex sobre el de espumación es notable. En este sentido, en la decisión entre un colchón de látex y otro de viscoelástica, teniendo en cuenta su comportamiento y capacidad de adaptación, será el látex el que resulte claramente vencedor. Si a esto se le añade la durabilidad, desaparecerá cualquier rastro de duda.
¿Existe el colchón viscolátex?
Este tipo de colchón sería el tercero en discordia, un nuevo concepto que se ha ido extendiendo, pero conviene realizar una aclaración, y es que en cuanto a material es inexistente.
Lo que se entiende por un colchón viscolátex es aquel que posee la firmeza y el confort de un corazón de látex, con la adaptabilidad y la presión de la viscoelástica. Contiene espuma viscoelástica y látex entre sus componentes, pero no está formado únicamente por estos. Por ejemplo, muchos los tiene solamente en el acolchado, con una capa de látex y otra de viscoelástica.
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