El azul es un color muy presente en nuestras vidas, solo hay que mirar al cielo, o echar la vista al mar. Se encuentra entre el violeta y el verde en el espectro de la luz visible y esto le da una variedad de tonos infinita. El azul siempre aparece con cierta mezcla de otros colores y para la ciencia es el resultado de unos fenómenos muy curiosos; cómo la dispersión de Rayleigh que explica por qué el cielo es azul, la dispersión Tyndall que hace lo mismo pero con los ojos azules, o la perspectiva atmostférica, que explica por qué a lo lejos se ven los objetos azulados, entre otras.
Es parte de los colores de la naturaleza pero de una forma especial y quizás, por eso, nos ha fascinado tanto y ha tenido tanto protagonismo en la historia del arte. Desde los egipcios a Picasso, desde Giotto a Yves Klein pasando por innumerables artistas de todas las categorías. Fue el primer pigmento artificial y uno de los más caros del mundo. Pero, cuando un artista quería pintar con azul ¿Cómo conseguía el pigmento? Esta pregunta no tiene una única respuesta y, de hecho, varía en función de la época histórica y el lugar. En este vídeo y en este post haré un repaso a los principales pigmentos azules que han marcado un antes y un después en la historia del color en el arte.
Índice
Azul egipcio
El azul es el primer pigmento artificial de la historia. Esta proeza se la debemos a los egipcios, convirtiéndose en la primera civilización de la historia en conseguir un color artificial. El pigmento recibe el nombre de AZUL EGIPCIO. Se desarrolló durante la Edad de Bronce a través de una mezcla muy precisa de sílice, un compuesto de cobre, carbonato de calcio y natrón, a una temperatura entre los 800º y los 900º. La mezcla producía una sustancia vítrea opaca que se trituraba y se mezclaba con clara de huevo y otros espesantes, para crear un barniz de larga duración. El pigmento tenía tal calidad que incluso a día de hoy las obras elaboradas con él siguen manteniendo su vivacidad.
Para los egipcios el azul era un color muy simbólico que representaba a la vida, el renacimiento y la creación y así se muestra en muchas de sus obras. Cómo en esta escena de caza donde el azul se refleja en las marismas, un espacio que se relaciona directamente con las cosmogonías del antiguo Egipto, que describen el nacimiento de la civilización entre el barro y el agua.
De los egipcios nos vamos a los griegos ¿Sabíais que algunos investigadores del siglo XIX pensaban que los griegos no podían ver el color azul? Se creía que tenían cierto daltonismo para los tonos azules porque no existe ninguna referencia escrita sobre el azul en las obras griegas. De hecho, en las epopeyas de Homero, el mar se describe cómo un si tuviera con color “oscuro cómo el vino” ¿Pero realmente los griegos no podían ver el azul?
Aunque la literatura así nos invita a creerlo, lo cierto es que el lenguaje es esquivo y equívoco y es difícil decir qué palabra griega utilizaban para denominar al azul y, probablemente, no existía cómo tal pues la denominación de los colores era compleja, peeero las pruebas artísticas no mienten y aunque no son muchas, conforme se han descubierto nuevos hayazgos arqueológicos, se han ido encontrando obras griegas que incluyen un pigmento azul. Por ejemplo este mural del 470 ac que incluye una franja azul que por la viveza del color es probable que sea azul egipcio.
El azul y los Pictos
Si avanzamos un poco y nos trasladamos a Escocia, justo al norte del muro de Adriano, nos encontramos con un pueblo que hizo del azul su seña de identidad. Me refiero a los PICTOS. Se trataba de un conjunto de tribus de guerreros feroces que vivieron en los tiempos del Imperio Romano hasta el siglo X.
El pigmento azul con el que teñían sus ropas y su cuerpo lo obtenían a través del glasto, un arbusto de un metro de altura que crece en la Europa septembrional. El procedimiento suena un tanto maloliente. El glasto se recogía y se ponía en contacto con un montón de abono, la mezcla produce un líquido amarillento que al frotarlo con la ropa o el cuerpo se transformaba en un azul brillante.
La receta se extendió por toda Europa durante la Edad Media y fue la más utilizada para teñir textiles hasta la llegada desde la lejana Ásia de otra planta similar, el Índigo.
Ultramar
Mientras tanto, en la Europa central la receta del azul egipcio se perdía en el olvido a medida que el Imperio Romano iba desapareciendo y otro azul comenzaba a destacar en los círculos artísticos. El ultramar.
En la Edad Media y el Renacimiento había distintas variedades de pigmentos azules pero entre todos ellos el ultramar era el más valorado y preciado. Era y es un pigmento que aportaba mucho brillo, con una densidad y estabilidad perfectas. Pero si hay algo que lo hizo tan valioso fue su escasez y la dificultad para conseguirlo.
El azul ultramar recibe este nombre porque su base era el mineral lapislázuli procedente de la lejana Afganistan. Durante mucho tiempo era, incluso, más valioso que el oro. La obtención del pigmento era muy compleja. Tenían que aislar las piedras de lapislázuli y triturarlas en repetidas moliendas, mezclar el polvo resultante con distintos componentes, amasarlo todo y dejarlo reposar. Se aprovechaba hasta el más mínimo granito de polvo.
El ultramar se reservaba para obras muy significativas. Durante esta época la producción de obras artísticas funcionaba a través de mecenas. Por ejemplo, un personaje importante de la iglesia encarga a un artista de renombre un cuadro de la virgen, por ejemplo. La iglesia se encargaba de poner el dinero para los materiales y para pagar al artista y, por supuesto, ponían sus requisitos, por ejemplo que el vestido de la virgen fuera de azul ultramar.
Esto fue fruto de muchas disputas porque algunos mecenas querían un cuadro con azul utralmar pero no aportaban suficientes cuartos. O… sí daban dinero suficiente y se acusaba al artista de usar otros pigmentos azules. ( La verdad es que algún día deberían hacer alguna serie que contara todos estos entresijos, sería super emocionante de ver.)
Citramar
Pero no solo del ultramar vivía el artista del Renacimiento. Su paleta de azules era mucho más amplia. Otro de los pigmentos azules populares en la época fue el “citramar” que significa “A este lado del mar” en contraposición al ultramar “Al otro lado del mar”.
El citramar se realizaba con azurita, un mineral de color azul mucho más abundante que el lapislázuli. Por ello, y porque era más fácil su elaboración, el precio era mucho más bajo aunque, en comparación con pigmentos de otros colores, el azul seguía siendo un lujo. Aunque este pigmento azul no tenía el mismo brillo que el ultramar, seguía siendo muy cubriente y resistente y hay muchas más obras realizadas con él que con el carísimo ultramar.
Azul de cobalto
Otro de los azules populares fue el azul de cobalto, mucho más económico que los dos anteriores. Algunos cuadros realizados con con este pigmento, cómo este de Eduardo VI de niño, incluían el azul cobalto. El fondo del cuadro que ahora se ve cómo un gris apagado, cuando se pintó era de color azul cobalto. El problema de este pigmento es que se degrada muy rápidamente y hoy no queda ni rastro.
Azul maya
Mientras en Europa se peleaban por ver si tal cuadro se pintaba con ultramar o citramar, al otro lado del mundo, en el corazón de la América precolombina, la civilización Maya inundaba las paredes de sus templos de un intenso color azul turquesa. Habían descubierto el que hoy conocemos cómo Azul maya.
El azul Maya es un pigmento de origen vegetal, en concreto se obtenía de la planta del añil, que forma parte de la familia del índigo. El tinte se obtenía de la flor y se mezclaba con arcillas para hacerlo manejable y duradero. Los mayas dieron con la fórmula perfecta porque aún a día de hoy la geografía mexicana aún esconde frescos mayas de un azul vibrante.
El azul Maya era muy abundante y estaba al alcance de casi cualquier artista, de hecho, desde la llegada de los europeos al nuevo mundo, el azul es un elemento diferenciador entre las obras barrocas de la época, plagadas de tonos cálidos, y las de los artistas mexicanos, donde los colores fríos y en concreto el azul eran una sus características más destacadas.
Pero el Indigo no es exclusivo de América. En China y Japón es uno de los pigmentos más antiguos, utilizado para teñir textiles. Por ejemplo es utilizado para el Shibori, una técnica milenaria que destaca por el color azul intenso.
Azul de prusia
Y de regreso a Europa, dejando atrás a los pintores renacentistas damos un salto hasta el siglo XVIII. Este siglo fue realmente importante en la historia del color azul pues se inventó el azul de Prusia. Se trataba de un pigmento sintético, no el primero porque recordemos que ese mérito lo tienen los egipcios, pero sí el primero que está documentado y que se puede fijar con un origen claro.
El azul de Prusia democratizó los precios del pigmento azul haciendo que llegaran a muchos más artistas y se multiplicara su uso en todo tipo de obras. El azul de Prusia dio inicio a la edad Moderna de la síntesis química de pinturas. Desde entonces el azul ha estado muy presente en todo tipo de obras artísticas. Podría mencionar cientos de ellas pero quizás las más representativas son las de la “Etapa azul” de Pablo Picasso ( 1901-1904) llenas de estados de miseria y desesperación. O las de Kandinsky y Franz Marc, dos artistas que querían usar el color azul cómo canal a la trascendencia espiritual.
Azul cerúleo
En 1860 se comenzó también a comercializar el azul cerúleo un compuesto de estannato de magnesio de color azul cielo.
AZUL KLEIN
Pero si hay un artista con un vínculo estrecho con el azul ese es, sin duda, Yves Klein. Klein se obsesionó tanto con el azul que no solo su obra está monopolizada por este color, sino que diseñó y patentó su propio color azul, el Azul Klein, por supuesto.
El azul Klein es similar al ultramar pero con una fórmula mejorada. Llevaba un aglutinante más efectivo, para preservar su luminosidad. Klein patentó este color cómo IKB (International Klein Blue) y a partir de 1957 no utilizó ningún otro pigmento. Para Klein «el azul es lo invisible haciéndose visible».El artista se inspiró en el filósofo francés Gaston Bacherland que citaba así al azul “ Al principio no hay nada, después una profundidad de nada, después una profundidad de azul”
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IsabelValero
31 mayo, 2021 at 1:34 pmThis is the most informative and interesting article I have read about the color blue. The inclusion of paintings help a great deal