Hace más de 2000 años los romanos desarrollaron el opus caementicium, es decir, lo que hoy se conoce como hormigón romano. Este hormigón estaba elaborado por un mortero mezclado con tierras de distinto tipo. Cuando se le añaden elementos petreos (caementa) aparece el opus caementicium.
El upus caementicium se utilizaba tanto como elemento aglutinante entre otros materiales, como podían ser piedras para armar un muro de mampostería. Pero, lo interesante, y lo que nos trae directamente a la actualidad, es que también se utilizaba como material de construcción en si mismo: para revestimientos de paredes, suelos… Es decir, con muchos matices dados por la evolución tecnológica y la química, podemos decir que ya en el siglo III a.C. se usaban suelos de cemento.
Después de esta pequeña introducción histórica ¿Qué tiene que ver todo esto con el post de hoy? Pues es fácil, hoy hablamos sobre el microcemento, un material reciente inspirado en las soluciones constructivas antiguas. Obviamente con un avance tecnológico reseñable. ¿Por qué el microcemento se ha puesto de moda para cubrir suelos y paredes? Pues vamos a verlo.
Índice
Las ventajas de los suelos de microcemento
Sí, los romanos ya usaban suelos de opus caementicium pero centrémonos ahora en la actualidad. ¿Qué tiene el microcemento que lo hace tan popular? ¿Por qué ha vuelto a la palestra constructiva como una de las soluciones más elegidas para crear suelos en las nuevas viviendas?. Lo cierto es que existen varias razones por la que los suelos de microcemento se han vuelto tan populares:
Continuidad
Por un lado nos encontramos con un pavimento continuo, es decir, no hay uniones ni juntas de dilatación entre baldosas. Estos espacios son partes críticas que se deterioran y se ensucian con facilidad, un suelo continuo nos evita estos problemas.
Fácil instalación
Otra de sus grandes ventajas es su limpieza y facilidad a la hora de aplicarlo. Se puede colocar sobre casi cualquier tipo de superficie, sin necesidad de retirar la anterior. Esto nos facilita mucho la vida pues no hay que hacer grandes reformas ni obras, ni levantar polvo y escombros.
Gran resistencia
El microcemento presenta una gran resistencia al uso diario. Tanto la abrasión y el desgaste natural al caminar sobre él, como a los productos de limpieza que utilizamos. El microcemento es altamente resistente.
Interior y exterior
Es un material que se puede utilizar tanto en interior como en exterior, de hecho es altamente resistente a la incidencia de los rayos UV. Por este motivo se puede usar como un elemento transicional entre el interior y exterior de una casa, sobre todo cuando tenemos porches o terrazas que queremos unificar visualmente. (Algo muy característico del estilo mínimal y las casas modernas).
Colores personalizables
El blanco y el gris son dos de los colores más elegidos para la aplicación de suelos de micrcocemento pero, la versatilidad de este compuesto nos permite aplicarle casi cualquier color. Solo hay que añadir el pigmento adecuado según las recomendaciones del fabricante y así conseguimos un microcemento adaptado a nuestra paleta de colores.
Mínima elevación
Y una última ventaja reseñable es que el microcemento apenas eleva el suelo. Son un par de capas de unos 2 o 3 milímetros de espesor.
¿Qué os parece el microcemento? ¿Optaríais por él para los suelos de vuestra casa? Yo lo tengo bastante claro, SÍ. Un abrazo para todos y todas, sed felices, nos vemos en las redes.
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